La gran estupidez

La gran estupidez


Dudar no debo, en tanta desventura
mi corazón padece mil tormentos
vida llena de infortunio, me vences.
Más la paciencia y obstinación evita la locura

Y sigo viendo su seño áspero, piedad
Piedad por vivir sin estas ataduras
y poder llegar a ver la paz y algo de
ternura; sin condiciones que encadenan


Enriéndeme no tengo la culpa de tu locura
libérate de tu alma mezquina, líbrame a mí.
No ofendas mis luchas de forma desdeñosa


Y si tanto dices amar demuéstralo
pues es en vano llenarse la boca de dulzuras
para otra y odiarme con tu mirada acusadora.

Aunque ella sea tan divina, la convivencia
mata todo lo que toca, así madura anciano.
Ninguna te querrá por tu falta de ternura

Nora Noemí Zeliz Pirillo
©Noemí_Alas

Safe Creative 1111300632132