jueves, 1 de enero de 2015

Murió su pluma


Murió su pluma


Se extinguió su mente en el reverso de sus letras
caían lagrimas saladas ,
no podía  oír  lo que dicta el corazón.
Y decía…Dios  ilumíname
Pero Dios no respondía y a  sus venas las; cortó.

Poniéndose la tarde, desdibujado el sol
Miró por la ventana y pálido, su pluma tomó
Poseso, descentrado mojaba la pluma
En su sangre casi negra
Con mirada yerta sus versos esculpió.

¿En que andas dímelo, en qué andas Señor?
 Déjame morir no temo ya.
Acaso como tu hijo; debo decirte yo
¿Porque me has abandonado, dímelo?

¿Que hice Padre, en qué te eh fallado que tu corazón es roca?
Acaso no ves que muero,…¡mírame!.
Siénteme, te ruego estoy dando mi último suspiro.
Ya mi memoria se nubla, ya salgo de mí.

¡Poesía ya no vendrás a mi; ni mi mano cojera la pluma!
Inspiración ya no vendrás
No llegarán las musas a soplarme al oído
Ni en mi corazón se posarán las bellas golondrinas
de  Becquer a mi  balcón sus nidos a posar.

Así ya sé que se puede morir de poesía


Nora Noemí Zeliz Pirillo
©Noemí_Alas


Safe Creative: 1501012874430
01-ene-2015
Todos los derechos reservados


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1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Triste reseña de una realidad dispuesta al abandono.
Diría que e inquietante su lectura y conociendo a su autora me ha hecho sentir un sentimiento de ternura, porque sé...

Un abrazo, siempre esta ´´ranita azul casi verde``